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Reversion – The Return (Last Chapter)

La aventura gráfica, furor en los 80s y parte de los 90s, se creía extinta. La nostalgia retro y la capacidad de los estudios indie para llevarla a la realidad hacen que de a poco vuelva el género con algunas propuestas interesantes.

¿Una aventura gráfica? ¿En el año 2020? ¿Con sello argentino? ¡Sí, sí y sí!

Reversion – The Return es una de estas propuestas, con sello 100% argentino. Traída a nosotros por el estudio local 3f Interactive, el último capítulo salió a la cancha el 28 de febrero. ¡Tuvimos la oportunidad de probarlo antes, pasen y lean!

La saga, que comenzó en 2012, nos presenta una Buenos Aires distópica, en el ya no tan lejano año 2035. Nuestro protagonista, Christian, se despierta en un hospital de una ciudad derruida, sin recuerdos de quién es ni en dónde está.

Antes de que sigan leyendo, debo decir que la review fue hecha sin haber jugado los capítulos previos. Puedo confirmar que, efectivamente, se puede jugar esta entrega final sin conocer las anteriores. Ni bien comenzamos, el juego nos pone en situación con un recap digno de serie norteamericana (con el “previously on..” y todo).

Reversion – The Return — *Y así comienza nuestra aventura en este nuevo capítulo.*

Guión y puzzles

El guión cuenta con la originalidad de ubicarnos en una futura (¿y posible?) realidad argentina. Los personajes son queribles y creíbles, como cualquier hijo de vecino. La historia nos atrapa a medida que vamos resolviéndola, generando esa experiencia vivida en, los ahora sí, lejanos 80s. Una crítica sobre este punto es que el ritmo cambia en lugares donde tal vez no debería, pero aun así se mantiene la experiencia.

Podemos recorrer varios puntos de interés de la ciudad (¡no spoilers!) y encontrarnos con situaciones que podríamos vivir hoy mismo -si viviésemos en una simulación-. Existen, además, varias referencias geek de los 80s, que sabrán ser apreciadas por los vejetes.

Los puzzles traen recuerdos de las viejas glorias del género (principalmente del Monkey Island, a quien se le rinde varios homenajes). Los tenemos de todo grado y dificultad. Se recomienda ser creativos, observadores y hábiles a la hora de dialogar. Si acaso nos hemos oxidado con el paso del tiempo -o es la primera vez que jugamos a este género-, el juego cuenta con una opción de ayuda para destrabarnos. Como en el viejo Monkey Island, no podemos morir, así que pueden probar la opción de comerse un chori radioactivo sin temor a tener que volver a empezar (nota: situación no incluida en el juego).

Audiovisual

En el aspecto gráfico, a diferencia de varias aventuras que apelan al pixel art, en este caso los personajes y escenarios fueron totalmente dibujados por el equipo. Se genera ese 2D con reminiscencias caricaturescas al estilo de Monkey Island 3. Nuevamente, quienes conozcamos Buenos Aires encontraremos agradable verla representada, aunque aparezca caída a pedazos.

Se incluye además una interfaz amigable e intuitiva, que reduce las acciones a Usar / Mirar / Hablar. Y si andan con la vista quemada de tanto fichín, se agrega la opción de resaltar los puntos de interés del escenario, para no perdernos de nada a la hora de explorar.

Respecto al sonido, tenemos tracks del género por excelencia de Buenos Aires (pista: no es trap). Y un feature interesante: el equipo también se jugó agregándole voces a los diálogos, aunque en nuestra futura lengua madre: el inglés. Las voces están bien logradas en la mayoría de los casos, se nota profesionalismo a la hora de grabarlas.

Con múltiples opciones de subtitulado, podremos leer la versión argenta de lo que estamos escuchando. Regionalismos como “pibe”, “rajemos” y “copado” son moneda corriente.

Y acá tengo otra crítica (tomen o dejen) sobre el efecto que puede producir. En mi caso, una disonancia al leer esas expresiones locales con una voz en inglés de fondo (que no dice eso). A veces, los protagonistas parecen turistas en lugar de porteños. Para ilustrar: todos los nombres locales, imagínenlos dichos con correcta pronunciación en inglés. Mismo con términos como “dulce de leche”. Un punto para tener en cuenta para el público hispanoparlante que no sea argentino: tendrán que decodificar varios términos locales. Creo que para que no quede acotado solo a Argentina, debería pensarse un subtitulado en español neutro.

En resumen, puedo decir que el juego cumple con el cometido de contar una historia, engancharnos, desafiarnos y darnos una buena experiencia. Tiene un plus además por ser nacional. Y sin haber jugado los capítulos anteriores, me llevo como extra ahora el comprarlos, jugarlos, viajar en el tiempo y hacer una review en 2012.

Si quieren jugar las versiones anteriores (como estaré haciendo próximamente), también pueden ser encontradas en Steam (Reversion – The Escape y Reversion – The Meeting ), por la friolera de aprox. 80 pesos en total. Es una inversión más entretenida, en todo sentido, que tomarse cuatro bondis.