Imaginate un zombie italiano.

El estudio independiente italiano Invader Studios nos trae desde lo más profundo de sus entrañas DAYMARE: 1998, un juego de bajo presupuesto publicado con la ayuda de ALL IN GAMES! y Destructive Creations. En su desarrollo colaboraron grandes figuras de CAPCOM como Kazuhiro Aoyama (Dir. Resident Evil 3: Nemesis) y artistas, animadores y programadores del gigante.

Tranquilamente podría decirse que fue la muchachada de Invader la que hizo que CAPCOM se planteara el desarrollo de los remakes de RE2 y RE3 que tenemos hoy en día, luego de que la empresa les cancelara la versión fanmade no oficial conocida como Resident Evil 2: Reborn, de la cual podemos encontrar videos en YouTube que datan de 2015. Esta más que claro que la cancelación no fue algo personal, sino que nuestros amigos italianos no poseían los derechos de la obra. Aun así y con todo lo anteriormente mencionado, podrán notar que esta historia tuvo un buen final.

Historia y contexto de DAYMARE: 1998

Verano de 1998. En el pueblo de Keen Sight, un agente químico convierte a los habitantes en zombis o mutaciones más retorcidas y peligrosas. A lo largo del juego utilizaremos al agente Liev y al piloto Raven, ambos de las fuerzas H.A.D.E.S. pertenecientes a la corporación HEXACORE, y a nuestro agradable guardabosque Samuel. Cada personaje tiene historia y habilidades propias. Nuestro objetivo será sobrevivir en este apocalipsis y descubrir la conspiración en torno al pueblo y los oscuros secretos que oculta.

Experiencia, tensiones y contracturas

Con algún que otro pero, me la pasé muy bien jugando. Como fanático del género, no pude evitar notar los constantes guiños a los juegos que inspiraron esta creación, lo cual me generó cierta nostalgia. Desde escenarios exactamente iguales a sus referencias, hasta posters que aluden a películas de la época que se volvieron de culto, e incluso la música.

Recomiendo fervientemente prestar mucha atención a estos detalles, y especialmente a las oficinas de Invader que se pueden encontrar dentro del juego, ya que reflejan el amor de todo fanático por las cosas que nos marcaron y que nos hicieron pasar horas frente a una pantalla.

Algunas de las mecánicas me recordaron a Dead Space, tales como la interfaz del inventario y los ataques cuerpo a cuerpo, que no pausa la partida: si hay enemigos cerca te van a dar una paliza. Demanda estar constantemente en alerta y no descuidarse de ninguna esquina, y tampoco de los enemigos que creíamos haber acabado.

Cuidar la munición y las curas es de vital importancia, lo cual lleva a replantearse si no es mejor saltearse algún que otro enemigo.

Siendo totalmente franco, mi experiencia oscilaba constantemente entre disfrutable y frustrante. La tosca jugabilidad y algún que otro bug me regalaron más de un instakill, cosa que usualmente invoca la furia de cualquier jugador, el cual termina propiciando un sinfín de insultos contra el juego y sus creadores. A pesar de todo esto, lo jugué dos veces, la segunda con la mayor dificultad que ofrece el título. Así lo quise porque, a mi parecer, el juego lo mereció, y porque soy un tanto masoquista.

• DESARROLLA: Invader Studios (Italia)
• PUBLICA: Destructive Creations
• GÉNERO: Survival Horror
• MOTOR GRÁFICO: Unreal Engine 4
• PLATAFORMAS: PC, PlayStation 4, Xbox One.
• FECHA DE LANZAMIENTO: 17/09/2019 (PC) – 28/04/2020 (Xbox One y PS4)
• SITIO OFICIAL:  http://daymarethegame.com

7.5